La cantante Thalía confiesa cuál es su mayor pecado, su más grande sueño, y lo que heredó de sus padres
A Thalía le gusta mantenerse siempre ocupada, ya sea promoviendo su más reciente disco titulado Latina o presentando su nueva colección de ropa para Macy’s, Thalía Sodi Collection. Pero lo que más la llena, aparte de ser una madre divertida para Sabrina Sakaë y Matthew Alejandro, es vivir nuevas aventuras a diario.
Aquí la cantante confiesa su mayor pecado, su más grande aventura, y lo que heredó de sus padres.
– Mi padre era criminólogo, definitivamente tengo ese aspecto de él, de indagar hasta la última clave del caso en lo que fuera, en mi carrera, en mis diseños, en todo lo que hago, me encanta hurgar.
– De mi madre tengo el tesón y las ganas de [pensar] que no hay nada imposible, de que todo se puede lograr, de que hay que hacer las cosas de corazón y no hay que vencerse.
– [Para] mis hijos creo que soy esa figura divertida, amorosa, amiga, pero que también es disciplinaria. Disciplino con mucho amor, con tranquilidad.
– El [pecado] que cometo todos los días y es algo que no lo puedo dejar, no lo puedo controlar, es la gula, definitivamente. Como todo el día, todo el tiempo, a todas horas.
– Me gustó [el] rock climbing, irme a unas montaña a escalar. Me fui a escalar pero no había red, no había nada de protección. Eran realmente unas montañas que había que escalar con tu cuerda de seguridad. Eso para mi fue como algo que el corazón y la adrenalina, se me salía del pecho. Pero por otro lado, me hizo sentir fuerte, que todo es posible, que las cosas están para que uno las conquiste.
– Me encanta platicar con personas que tienen algo diferente a mi, que yo pueda entender o aprender. Soy muy aventurera. Siempre estoy buscando la aventura y eso es algo de mi personalidad que siempre trato de alimentar porque me llena mucho de alegría el hacer cosas raras y ajenas a mí y esos son sueños que también cumplo. Tanto en lo profesional, como en lo personal, siempre habrá sueños que cumplir.