Con esa figura de quinceañera que presume a sus 44 años es difícil creer que la cantante mexicana no se limita a la hora de comer. “Como todo el día, todo el tiempo, a todas horas”, asegura la madre de Sabrina Sakaë, de 8 años y Matthew Alejandro, de 4. “Me levanto y estoy pensando qué vamos a desayunar, comer, cenar. Es como una necesidad, una delicia los olores, la textura, las combinaciones de lo salado con lo dulce, lo picoso. ¡Me encanta comer!”
El gusto por la comida y su envidiable metabolismo lo heredó de su padre, el fallecido criminólogo Ernesto Sodi. Su también desaparecida madre, Yolanda Miranda, le enseñó que todo es posible, algo que les inculca a sus hijos. “Lo más importante es que siempre escuchen esa voz interior que tienen, esos sueños a pesar de que la gente les diga [que] es imposible”, dice la cantante, que está trabajando en un nuevo CD, planea hacer una gira y sigue escribiendo libros y renovando su línea de ropa. “Que busquen la manera de cumplir ese sueño que les está dictando su corazón.”