En entrevista exclusiva, la mexicana habla con El Especialito de su nuevo disco, su pasión por la pintura y la reforma migratoria.
Arropada por el frío neoyorquino, Thalía suena más humana que artista… sencilla, agradable, dueña de una naturalidad inusual en aquellos que se dedican al mundo del entretenimiento.
“Soy más que la fama y las portadas de las revistas. Detrás de esa imagen, hay una mujer apasionada que es madre, esposa, hermana y amiga. A esa Thalía, la de carne y hueso, la conocen muy pocos”, expresa sin afanes.
Su voz denota una férrea seguridad en ella misma. No es para menos. Desde los comienzos de su carrera les ha demostrado a los críticos de la música y a sus ‘haters’ que siempre se sale con la suya.
En 2008, tras las bajas ventas de su disco Lunada, muchos aseveraban que aquel revés sería el fin de su reinado. Un año después, sin maquillaje y en jeans, ella se apoderó del Bank United Center de Miami para grabar en vivo su mítico ‘Primera fila’ y callar bocas.
Hoy, reinventada y decidida a romper esquemas, regresa más atrevida que nunca con ‘Amore mio’, álbum que marca el retorno de esa Thalía noventera, cantautora de temas con una alta dosis de irreverencia.
“Definitivamente este disco encierra mucha pasión y autoestima. Las canciones te invitan a sentirte libre, sensual y sexual. No tienen tabúes. Así me siento en esta etapa de mi vida”, confiesa emocionada.
Pero Thalía no sólo habla de música. Durante la conversación telefónica, manifestó su incomodidad por la lentitud de la reforma migratoria. “Me choca que ilusionen a los latinos con este tema”, declara.
REFORMA MIGRATORIA, UNA PROMESA SIN CUMPLIR
Aunque no le gusta hablar de temas políticos, es consciente de la influencia que pueden ejercer sus opiniones en el público que la sigue, le molesta el panorama actual de la reforma migratoria. Como latina, piensa en el futuro de la comunidad hispana que permanece indocumentada y sin garantías en el país.
Durante su última visita a México, expresó su inconformidad por la lentitud de la reforma migratoria. En su programa de radio, ha enfatizado mucho en este tema.
“Es algo que no tolero. Siento que lo único que se busca es obtener votos.” La comunidad hispana trabaja muy duro en los Estados Unidos para salir adelante. No es justo que se les hagan falsas promesas.