La estrella mexicana no deja de irradiar optimismo ante el éxito internacional del que disfruta su último disco, ‘Habítame Siempre’, uno de los trabajos más personales de la artista en el que mezcla los sentimientos contradictorios que generó la muerte de su madre y el nacimiento de su segundo hijo. Thalía asegura que la elaboración de su álbum constituyó un proceso sanador y terapéutico, aunque al mismo tiempo no puede evitar compararlo con los dos eternos partos que propiciaron el nacimiento de sus hijos Sabrina y Matthew.
“Mientras buscaba las canciones ideales, conseguí por fin embarazarme después de mucho tiempo intentándolo. Y sorprendentemente la muerte de mi madre fue justo un mes antes del nacimiento de mi hijo. El impacto de tantas emociones fue muy grande: pasé por períodos de mucha tristeza y por otros de felicidad. La vida y la muerte. Este disco es producto de otro parto, pero uno mucho más rápido y noble comparado con los de mis dos hijos: tardé 33 horas con el de Matthew y 12 con el de Sabrina. Comparado con el de ellos, el de ‘Habítame Siempre’ fue un parto divino”, se sinceró la cantante al diario español 20 Minutos.
Otra de las razones por las que la diva del pop adora su nuevo disco está relacionada con el proceso de composición, que evita el exceso de elementos electrónicos y se decanta por los tradicionales instrumentos de orquesta. Aunque su aversión a la tecnología provocó que su estancia en el estudio se prolongara más de lo deseado, Thalía asegura que el tremendo esfuerzo mereció la pena en su intento de recuperar la “esencia de la música”.
“Siento que hay un vicio de todo lo que es música hecha por computadora. Un mismo sample que da vueltas y todo suena igual porque solo cortas y pegas. Se ha perdido la esencia de la orquesta en directo y del músico dejándose el pellejo en el estudio, sudando para agarrar la nota exacta y dejarla en un disco. Para mí ha sido muy importante impregnar mi disco de todo eso: yo en Nueva York comunicándome por Skype con los músicos que tocaban en directo desde Los Ángeles y las coristas que estaban en México”, reveló la simpática vocalista.
La extensa trayectoria musical de la mexicana está plagada de divertidas anécdotas, y ella misma recuerda con cariño cómo rompió el protocolo en una cena de gala ofrecida por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, cuando decidió animar la fiesta sacando a bailar al mediático mandatario.
“Me tocó salir a cantar y les vi a todos muy serios. Me dije a mí misma: ‘¡Qué aburrido!’ Así que me bajé del escenario donde estaba actuando y pedí permiso a Michelle [Obama] para ver si podía sacarle a bailar. ¡Y bailó rico! Se movió prudente, pero estoy segura de que tiene buen ritmo”, bromeó.