Thalía ~ “Obama baila rico, tiene buen sentido del ritmo”

La artista mexicana acaba de lanzar un nuevo disco, ‘Habítame siempre’, en el que plasma lo más profundo de sus sentimientos.
“Se ha perdido la esencia de la orquesta en directo y del músico dejándose el pellejo en el estudio”, explica.
Thalía no descarta volver a la televisión con alguna miniserie.
Lloró mucho, pero también gozó. Un remolino de sentimientos encontrados y uno de “los retos más grandes de su carrera”. Tras tres años de ‘silencio’ Thalía regresa con un nuevo trabajo, Habítame siempre, que supone su madurez musical.

Ha comentado que este disco es uno de los retos más importantes de su carrera.
Mi trabajo Primera fila fue como un parto de aguas, tanto antes como después porque fue un disco en directo muy desenfadado y en petit comité. Eso supuso una evolución en mi carrera y Habítame siempre es el segundo de esa nueva etapa que me encanta. Se trata de un nuevo reto. Habítame siempre, ¿es la madurez musical de Thalía? Sí, uno cambia y evoluciona: Vas dejando atrás las cosas obsoletas que ya no te sirven. Te vas rehabilitando a una nueva tú. Ha sido muy favorable y mi alma se siente liberada.

El primer sencillo, Manías, tiene un significado muy especial porque se lo dedica a su madre, ya fallecida. ¿El disco le ha servido como terapia?
Sí. Todo el disco en sí ha sido como una encrucijada y me ha servido de autoayuda. Mientras buscaba las canciones ideales conseguí por fin embarazarme después de tanto tiempo. Y, sorpresivamente, la muerte de mi madre fue justo un mes antes del nacimiento de mi hijo. Fueron muchos los shock emocionales por los que pasé: por un lado, mucha tristeza y por otro, mucha felicidad. La vida y la muerte. Lo único que me curó fue la música, con Habítame siempre pude sanar mi alma.

Y fue como otro parto…
Pero fue súper rápido y noble comparado los partos de mis hijos: 33 horas el de Matthew y 12 el de Sabrina. Al momento de salir al mercado, el disco ya fue platino, luego diamante… ¡un parto divino! (risas).

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En el disco realiza colaboraciones con estrellas internacionales como Robbie Williams o Michael Bubblé. ¿Cómo ha vivido la experiencia?
Mágico: soy fan de Robbie y amiga de Michael. Es un hombre maravilloso y muy chistoso, un profesional que tiene una de las voces más bellas del mercado. El poder tenerlos cantando en español ha sido para mí un galardón que me cuelgo. Vamos a ver qué próximas víctimas tengo en mi próximo álbum (risas).

¿En qué momento se encuentra ahora mismo el pop latino?
Siento que hay un vicio de todo lo que es música hecha por computadora. Un mismo sample que da vueltas y todo suena igual porque sólo cortas y pegas. Se ha perdido la esencia de la orquesta en directo y del músico dejándose el pellejo en el estudio, sudando para agarrar la nota exacta y dejarla en un disco. Para mí ha sido muy importante impregnar Habítame siempre de todo eso: yo en Nueva York comunicándome por Skype con los músicos que tocaban en directo desde Los Ángeles y las coristas que estaban en México.

Entonces, ¿usted recupera en su disco la música más tradicional?
Creo que hay gustos para todo: los habrá que quieran todo el disco, y otros sólo una canción. A la gente le encanta la música, pero el elemento de las computadoras y los DJs están diluyendo el factor humano. Los errores de un bajo o una guitarra que se va son los que marcan la diferencia. El mercado en el que vivimos hoy día ha destruido las grandes industrias como puede ser la música, el cine o la televisión. Realmente todo lo tienes en tu teléfono móvil.

¿Cómo vive usted la problemática de la piratería?
Es un dolor y una pena, pero es algo que está ahí. No sólo para el artista que pone la cara en el disco, si no todo el trabajo del equipo que está detrás. Cuando compras un disco ese dinero también ayuda a que muchas familias puedan salir adelante.

Hace unos años tuvo la posibilidad de sacar a bailar al presidente Barack Obama. ¿Qué tal se desenvuelve?
Me tocó salir a cantar y les vi a todos muy serios. Y me dije: ¡Qué aburrido! (risas). Así que bajé del escenario y le pedí permiso a Michelle para ver si podía sacarle a bailar. ¡Y bailó rico! Se movió prudente, pero seguro que tiene buen ritmo.

He visto que tenía bastantes inquietudes: ser bióloga, psicóloga y gimnasta…
Siempre fui muy fanática de Nadia Comăneciy ese 10-10-10 me marcó de por vida. Por otro lado, mi padre era criminólogo y biólogo y de pequeña me enloquecía verle trabajar. Y la psicología siempre me ha atraído porque me gusta resolver mis problemas: analizar por qué me duele algo o buscar el motivo de una determinada angustia hasta encontrar el meollo del asunto. La psicología me ayuda a entenderme.

¿Y cuándo se dio cuenta de que le gustaba cantar?
Cuando era niña cantaba delante de un espejo con una cuchara. Luego, la música se terminó convirtiendo en mi vida.

También ha hecho televisión. ¿La volveremos a ver en alguna telenovela?
No lo descarto siempre y cuando sea yo la que controle mi tiempo en una miniserie, por ejemplo. El problema de firmar por una telenovela es que te conviertes en un esclavo. Casi casi te ponen cadenas en los pies.

Bueno, también es empresaria. ¿No se plantea producir su propia serie?
¡Por supuesto! Pero acuérdate de que conmigo las cosas toman su tiempo. Tardé tres años en sacar este disco, otros tres en publicar mi libro de infantil… lo bueno toma tiempo y vale la pena descansar.

¿Cómo le da tiempo a hacer tantas cosas y a compatibilizarlo con su familia?
Mi prioridad son mis hijos, ellos están delante de cualquier cosa. Pero también tengo extendida ‘otra familia’ por el mundo entero que son mis fans. Me comunico a diario con ellos a través de las redes sociales. Todo esto lo consigo gracias a un equipo de gente que cuida a mis niños, mis empresas, mi programa de radio…

Se ha rumoreado que se planteaba la posibilidad de tener otro hijo. ¿Es cierto?
Me encantaría, pero el cuerpo no está ya para eso (risas). Si hubiera comenzado a tenerlos con 20 años, ahorita mismo tendría seis niños como Angelina Jolie.

La imagen exterior que se transmite de México es la de un país con mucha violencia y problemas de narcotráfico. ¿Hasta qué punto es eso real?
Los medios de comunicación siempre van a centrarse en el amarillismo y el lado oscuro de las cosas porque eso es lo que vende más. Todos los países tienen problemáticas y núcleos en los que hay personas que quieren irrumpir la paz. Como bandera de mi patria, lo que puedo hacer es mostrar esa cara de positivismo del mexicano que te da la bienvenida y platica de su comida. De las cosas lindas de su país: playas, riquezas, gastronomía… Y me siento esa portavoz.

¿Qué balance hace de la gestión de su presidente Enrique Peña Nieto?
Realmente, prefiero no meterme en esos temas. Mi bandera es la música y de eso es de lo único que hablo.

Se ha perdido la esencia de la orquesta en directo y del músico dejándose el pellejo en el estudio.

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