La mexicana editó su undécimo CD, “Habítame siempre”, en el que colaboran Robbie Williams y Michael Bublé. Habla de su vida de claroscuros.
Todos aquellos que se empecinan en ubicar a Thalía a la sombra de Shakira en materia de popularidad, quizá desconozcan perlas
Que existe el Día Nacional Thalia, cada 25 de abril, instaurado por la alcaldía de Los Angeles
Que más allá de los 180 países que emitieron sus telenovelas, ocurrieron fenómenos como en Costa de Marfil, en donde muchos templos tuvieron que adelantar el horario de rezos para no perder a sus fieles a la hora del culebrón Marimar .
Que la mexicana logró el meneo del mismísimo Barack Obama en la Casa Blanca, en pleno recital personalizado, antes de que éste nombrara a la colombiana asesora presidencial en temas educativos hispanos. “¿Comparaciones? ¿Qué? Yo nunca las escuché”, gambetea mejor que Messi la azteca con imperio propio.
Nueva York asolada por Sandy. El frío cala en los huesos de la mujer de sangre caliente. Con los huesos helados y la calidez en el saludo, Ariadna Thalía Sodi Miranda atiende el teléfono desde su casa y la azota un ataque de tos. Acaba de lanzar su undécimo disco, Habítame Siempre , y el primer día ya se alzó con álbum de oro. Invitó a Michael Bublé, a Robbie Williams, al moderno Prince Royce. Que boleros, que bachatas, que salsa. Apología de la reinvención. “En esos tres años desde el último disco han pasado mil experiencias personales en mi vida. Perdí a mi madre, y al mes nació mi hijo. Mucho claroscuro. Mucha vida, mucha muerte, mucha celebración, mucho llanto. La vida bajo otra lupa, otra perspectiva. Un contenido de despojo, liberación emocional, espiritual, sentimental”, describe.
¿Qué historia te une a cada dueto? ¿Fueron artistas elegidos por vos o por la discográfica?
La única participación que tenía segura era la de Michael Bublé. Lo demás se fue dando de a poco. El me invitó a fin de año a cantar en su disco de Navidad y fue un honor. Supongo que me conoció mucho por su mujer (Luisana Lopilato). Es un tipo maravilloso. Y divertido. Y le dije, Voy, pero prométeme que cuando yo saque mi disco vas a cantar también conmigo . Con Robbie la grabación fue muy curiosa. Porque había terminado de escribir la canción: es un mambo super prendido que hiciera famoso hace años Nat King Cole. Le encantó la canción. Estaba convirtiéndose en padre, y a los tres días de tener a su bebé se fue al estudio y grabó el tema en español con un español impecable.
Se acabó el tiempo de la Thalía harapienta, sufrida, cómica o enamoradiza de sus telenovelas. Ya no hay tiempo para culebrones, advierte. Ahora la vida es puramente la música, Tommy Motola (su esposo, por entonces presidente de la discográfica Sony Music) y sus dos hijos, Sabrina Sakaë y Matthew Alejandro.
Pero esos culebrones abrieron un nicho tan increíble que ya ni necesita volver actuar para seguir en la televisión: 180 países emitieron sus telenovela. Un fenómeno que fue objeto de estudio de universidades y que todavía la tiene paseando por el globo. Canal 9, por ejemplo, repuso María la del barrio, una telenovela que ella protagonizó en 1995 y que todavía gira por el mundo con Thalía como la muchacha indigente que rescata comida de la basura hasta que llega a la casa del millonario príncipe. “Adoro que mis novelas se hayan convertido en objeto de culto y que pasen a nuevas generaciones. Pero el trabajo de la telenovela es esclavizante”, advierte.
Cantante, actriz, empresaria, madre, tu revista, tu programa de radio, tus libros. Y pensar que hace 15 años te diagnosticaron fatiga crónica…. Curioso. No parás de moverte…
Tengo como una hiperactividad que canalizar de alguna forma. Ahora el máximo foco está en el disco, pero se viene mi próximo libro que voy a lanzar en 2013, el número cuatro, dedicado a bebés. Más nueva línea de ropa. Mi show de radio. Es que tienes que sacar la mejor versión de tí.
¿Y ya lograste tu mejor versión?
Estoy contenta con quien soy. Estoy feliz de mi propia piel. Aceptada, con mis aciertos y errores. Y en movimiento constante. Todo está diseñado para pulirte, para hacerte una persona más fuerte, un gladiador. Cada acierto, cada caída, cada levantada te ayudan a ser un titán del mundo. No hay que tomarse la vida tan en serio. No hay que angustiarse tanto. Que abogados, que impuestos, que todo lo que pasa en cada país. Hay que relajarse un poco y disfrutar más de la vida. La vida se te pasa bien rápido. Y en un segundo se te puede ir. A mí la vida me ha hecho una gladiadora, una mujer fuerte que me he sabido levantar y reinventar.
Puede sonar estridente, pero es cierto que supo levantarse y reinventarse. Desde “chaparrita” lo viene haciendo: a los cinco años perdió a su padre y el trauma le provocó un año sin hablar. A los 22 sufrió la muerte del novio con quien estaba a punto de casarse. Diez años atrás, el secuestro de sus hermanas -liberadas después de más de un mes- se convirtió en un asunto de estado. El año pasado, cuando cursaba su último mes de embarazo, sufrió la muerte de su madre. “La maternidad me cargó. Me inyectó una versión nueva de mí misma. Me salvó”, se sincera. “Hay una luz al final de cualquier oscuridad”.
¿A esta altura de tu carrera, a tus 41 años, cesaron las comparaciones con Shakira?
¡Yo nunca las escuché! La relación del público con Thalia es una relación de años, de mucho cariño y de mucha afinidad.
Hay alguien que con el mito de una costilla menos a cuestas, sabe esquivar mejor que Messi.