Thalía es una mujer exitosa en su carrera como cantante, sin embargo, no se puede decir lo mismo en el ámbito de los negocios, ya que la esposa de Tommy Mottola ha intentado ganar dinero con una línea de lentes, otra de lencería, cosméticos, ropa y hasta con una revista. Ninguna ha funcionado, pero la mexicana no se da por vencida y ahora incursiona en el mundo de la joyería, los chocolates y relojes.
Aunque se trata de una mujer ambiciosa, ya sea por iniciativa propia o empujada por la experiencia de su esposo, lo cierto es que la hermana de Laura Zapata no concluye un negocio con éxito cuando ya está en otro. Lo primero que lanzó al mercado fue su línea de lentes, al estilo de los que ella usaba, muy grandes, estrafalarios, de colores, muy a la moda, con su firma en el cristal derecho. Los lentes, al igual que su línea de ropa, lencería y cosméticos, se vendían en tiendas de autoservicio. Los lentes pronto pasaron de moda, entonces la cantante se entusiasmó con la lencería, prendas hechas a base de likra y encajes, con estampados de leopardo o colores pastel, con un costo de hasta 200 pesos cada una, casi inaccesibles para el mercado latino.
Y aunque su línea de cosméticos sólo se vendió en tiendas departamentales de Estados Unidos, tampoco funcionó del todo bien, ya que fue retirada del mercado de la Florida “por sus altos contenidos de plomo”. Su vida de comerciante incluye también la línea de ropa Thalía Sodi, que incluye playeras de algodón y prendas casuales, y hasta ahora sólo se ha mantenido en las tiendas Kmart y Walmart. La mala racha en los negocios se acentuó con su revista Thalía, de la que sólo editó tres números, quizá porque más allá de ser una publicación de espectáculos, parecía el diario de la cantante, pues solamente hablaba de ella y su vida social, de ella en el escenario y su vida personal, y cuando se incluía alguna entrevista a cierta personalidad, ella misma la realizaba, con las correspondientes fotos posando con su entrevistado.
Una revista que sin duda alguna iba dirigida a un público específico, los fans de Thalía en Estados Unidos, ya que fue en el único país donde se lanzó la publicación, con un precio bastante accesible, casi 30 pesos, además de que la inscripción anual tenía un costo de 80 pesos, el problema fue que no tenía patrocinadores y que la única publicidad era de los diferentes productos con el sello Thalía. Pero a la cantante parece no importarle el fracaso en los negocios, ya que sigue experimentando y ahora lo hace en el terreno más dulce, el de los chocolates Hershey’s, a través de La dulcería de Thalía, con la imagen y autógrafo de la intérprete, que se distribuirán por varias partes del mundo. Además de los chocolates, Thalía incursionará también en la joyería, una de las debilidades favoritas de hombres y mujeres, después que la importante firma internacional Jacob & Co ha contratado a la intérprete mexicana para que sea la imagen de su nueva campaña.
La firma que lleva veinte años creando lujosas piezas con diamantes, ha decidido elegir una imagen fresca, elegante y sensual, “y la mujer que refleja todo eso para promover mis joyas es Thalía”, dijo el empresario Jacob Arabo, convirtiéndola así en la primera mujer del medio del espectáculo que presta su imagen a esta prestigiada firma. “Como la mayoría de las mujeres adoro los diamantes y Jacob es un genio cuando se trata de diseñar con esas preciosas piedras”, dijo Thalía. La imagen será presentada por primera vez en noviembre del 2004, donde se venderán piezas exclusivas y únicas, además de lujosos relojes. Tal vez esta nueva modalidad sea la fórmula para que la intérprete de “Arrasando” pueda triunfar en los negocios, asociarse con grandes marcas que apoyen su imagen y hagan productos de calidad.