Este año, la diosa azteca debió enfrentar muchas críticas… su nueva novela Rosalinda, fue levantada por el bajo rating, y su novio, Tommy Mottola, fue acusado de golpeador por su ex, Mariah Carey. Thalía admite que para alimentar a la estrella, algunas veces debió endurecer su corazón y que hoy se arrepiente, “fue muy duro reconocerlo, pero pude cambiar”.
El verdadero nombre de la diosa azteca es Ariadna Sodi Miranda. Desde que tenía 10 años, Ariadna soñaba con convertirse en una gran estrella y, por entonces, recién se preparaba para competir en el certamen infantil Juguemos a Cantar, en la ciudad de México. Hasta allí la condujo su madre, Yolanda Miranda, quien se encargaría de todos los detalles de la carrera de su hija, como su manager y asistente.
Aquellos que conocieron sus inicios en el mundo del espectáculo aseguran que por esa época, Ariadna sobresalía de las demás chicas por su toque de coquetería, por lo que no resultaba difícil vaticinar el futuro que le esperaba. Cinco años después, transformada ya en Thalía, todos los presagios se cumplieron y aún fueron superados. Su debut profesional lo hizo, al igual que tantas otras estrellas latinas como Ricky Martin, de la mano de un grupo juvenil.
Con Timbiriche, Thalía grabó su primer disco, pero el verdadero reconocimiento le llegó cuando se lanzó como solista. Su primer álbum en solitario llevó su nombre y, más que por la cantidad de copias vendidas, fue conocido por su dos temas, Saliva y Un pacto entre los dos, que fueron censurados en su país por recomendación de la Iglesia. Sin desalentarse, Thalía pronto se cobró la revancha con un segundo trabajo llamado Love.
Pero recién con el hit Piel morena, contenido del disco En Éxtasis, y con el multipremiado CD Amor a la mexicana, ambos producidos por el experimentado Emilio Estefan, la cantante se convirtió, finalmente, en la estrella que soñaba ser. Durante estos años, los éxitos de su carrera musical fueron acompañados, y muchas veces apuntalados, por la repercusión que obtuvieron las telenovelas que protagonizó.
Como ejemplo, basta la audiencia que cosecharon sus tres novelas estrenadas en la Argentina, Marimar, María Mercedes y María, la del barrio. Sólo en nuestro país, más de un millón de personas siguieron, día a día, la historia de estas heroínas de origen humilde que lograron erigirse sobre su condición y triunfar en el amor.
Ya transformada en uno de los iconos más representativos del universo de la música latina, fue convocada por la compañía Disney para prestarle su voz al personaje de Anastasia, en la taquillera versión en español de la película, y para cantar su tema principal, Viaje tiempo atrás. Como sucede en estos casos, el merchandising también llegó a su carrera, pero de una forma particular.
Aprovechando la fantasía que provocaba en su público su sofisticado vestuario, se encargó personalmente de impulsar una tendencia en su país y creó una firma de ropa interior que lleva su nombre. Su argumento comercial fue que “no me gustaba ninguna, ¡tenía que andar desnuda! Por eso decidí diseñarla yo misma”.
Como cualquier estrella, Thalía se hace notar por más aspectos que los profesionales y, este año, volvió a ser noticia, sin siquiera editar un nuevo álbum. Televisa estrenó en su país la novela Rosalinda, la que fue sacada del aire antes de terminar por el bajo rating, y fueron publicadas fotos en las que se la vio a los arrumacos con Tommy Mottola, el presidente de la compañía Sonic Music, y ex marido de su colega Mariah Carey.
A diferencia de otros artistas que se quejan cuando son atrapados in fraganti por una cámara indsicreta, Thalía tomó el hecho con naturalidad. Ni siquiera emitió opinión cuando la Carey, actual pareja de Luis Miguel, confesó que Mottola la maltrataba. Thalía está segura de su novio, al punto de que tendría planeada su boda con él para diciembre.
¿Qué pensaste cuando viste las fotos publicadas en una revista, en las que estabas con Tommy Mottola?
Antes que nada, me sorprendí muchísimo. Y después me pregunté cómo hicieron para tomarlas sin que nos diéramos cuenta. ¿Cómo fue?, ¿dónde se escondieron?, ¿de dónde se colgaron? No me lo explico… Y ya después de la sorpresa me vinieron cuestionamientos internos. Se trata de mi vida privada y creo que tengo derecho a ella. No tengo nada que esconderle a mi público, sino que considero que me la paso trabajando muy duro y los pocos instantes de intimidad que consigo, pues los quiero para mí, para estar en paz y tranquila.
¿Te enojás cuando ves ese tipo de fotografías publicadas?
No, no es enojo. Más bien es un llamado de aletra. Después de eso, lo que procuro es cuidarme más en ese aspecto.
¿Hasta dónde creés que los medios tienen derecho a meterse en tu vida privada?
Pienso que los medios de comunicación están para informar sobre la carrera de un artista, su aspecto profesional, dónde, al menos en mi caso, existe material de sobra. Claro que hay factores más humanos que también se pueden tocar en una entrevista. Y si el artista da el pie, el permiso para tratar esos temas, está bien, es su decisión. Pero cuando lo hacen sin su consentimiento, invadiendo tu intimidad, tu espacio privado, creo que no vale.
¿Cómo te afecta no sólo el acoso, sino también todo lo bueno y lo malo que se publica de vos?
El público es muy inteligente y, afortunadamente, ya no cree en las cosas absurdas que puedan decir o escribir determinadas personas. El público me conoce. A esta altura, cuando cae en mis manos una revista o un periódico donde cuentan cosas ridículas sobre mí, es como si estuviera leyendo un comic de Archie o de La Pequeña Lulú. La verdad es que me da mucha risa.
¿Al mal tiempo buena cara?
No creo en el mal tiempo, porque pienso que todo en esta vida son enseñanzas constantes. Aprendes de todas las situaciones, hasta de las malas. Más bien hay que tratar de ser positivos y, quizá, de tomar la vida desde un punto de vista más espiritual. Si te enfrancás sólo en lo mundano, va a llegar un momento en el que vas a comenzar a ver todo oscuro.
¿Vos llegaste a ver todo oscuro?
Sí, claro. Es por eso que trato de refugiarme en mi parte espiritual y darme el tiempo necesario para recapacitar, darme cuenta de los errores que cometí y rectificar el rumbo.
Dos Evas y un Adán Su novio, Tommy Mottola, estuvo casado con Mariah Carey, la actual pareja de Luis Miguel. Aunque Carey aseguró que él le pegaba, Thalía hizo oídos sorods a esas versiones.
LA INTIMIDAD DE UNA ESTRELLA
¿Cómo ves a Thalía, la mujer?
A Thalía, la mujer, la veo más bien como Ariadna.
Está bien, entonces ¿cómo ves a Ariadna?
Antes la veía medio desubicada, confundida, sola, rezagada y un poquito triste. Como que la mandé a descansar a un rincón oscuro, para darle más fuerza a Thalía, la famosa. Pero, hablando de errores, me di cuenta de ése. Y ahora ya la rescaté. La estoy cuidadndo y mimando, para que florezca otra vez y vuelva a ser lo que era.
¿Qué le quitarías y qué le agregarías a Ariadna?
Para empezar, le quitaría lo impaciente que es. Y lo que le agregaría sería tiempo, minutos, horas, para que pueda vivir como cualquiera y ser feliz.
¿Qué te gusta y qué te disgusta de ella?
Me gusta que sea alegre, romántica, sentimental y soñadora, que nunca se dé por vencida y que siempre se las ingenie para realizar todos sus sueños. Y lo que me disgusta es lo poco constante que puede llegar a ser consigo misma. Se la pasa tratando de agradar a los demás, en lugar de agradarse a sí misma. Le da todo a los otros, y no se da nada a ella.
¿En qué cosas ocupás más tu mente?
Pienso en mi trabajo, en las cosas que han quedado inconclusas ese día. Pienso también mucho en mi familia, en mis amigos y en mi pareja. Y lo que me preocupa bastante, creo que es el tiempo que necesito para dedicarme a mi vida personal y para ser como cualquier otra mujer.
¿Es difícil alimentar la parte espiritual en un mundo tan frívolo como es el del espectáculo, en medio de tantos viajes y compromisos?
No sólo en el medio del espectáculo resulta difícil, en todo el planeta Tierra es muy complicado llevar una vida espiritual. Pero no es imposible.
¿Alguna vez sentiste el corazón de pierdra?
Claro, en algún momento de mi vida tuve el corazón de piedra. Y fue muy duro reconocerlo, pero pude cambiar. Recién cuando recibes un golpe fuerte, eso te hace recapacitar.
¿ Y cuál fue ese golpe que recibiste?
Preferiría no hablar de eso…
¿Le rezás a Dios, le pedís cosas o le hacés promesas, como las de tus canciones?
Primero hay que saber que la vida no depende de lo que hagamos, sino de cómo la quiere manejar Dios. Y yo pongo mi vida en sus manos. Le doy gracias, no por lo material, sino por la oportunidad de vivir, de amar, de ver, de caminar… Lo que le pido es que me ayude a ser mejor persona, a seguir luchando por mis ideales, a que nada me venza, y que me proteja dormida o despierta. Igual que a la gente que amo.
¿Y cuál es tu actitud con la gente que no amás?
Creo que Dios pone en tu camino a esa gente que trata de hacerte la vida imposible para probarte y ver tu madurez interna. Si entras en el juego de pelear con esa gente, entonces pierdes. Mejor pídele a Dios por esas personas y reza también por ellas.
Y, para concluir, ¿qué tan importante es para vos el amor?, ¿qué lugar ocupa tu vida en este momento?
El amor es lo que mueve mi vida, lo que me da energía y vitalidad. Amar a mi familia, a mis amigos y a mi pareja es lo que me retroalimenta al final de cada día. Está en primerísimo lugar, antes que cualquier otra cosa. Ahí está. ¡Aquí está!
(Revista PRONTO Argentina – Nº152 – 30 de Junio de 1999)