La cantante y actriz será recibida por el presidente Fidel Ramos
Un inmenso océano y un idioma distinto no han sido obstáculo para que la estrella mexicana Thalía conquiste Filipinas, provoque el desconcierto de los expertos en comunicaciones, y sacuda el escenario televisivo local. En una industria donde el interés puede durar un segundo, la popularidad de la intérprete mexicana se ha convertido en un fenómeno para los expertos.
El frenesí que ha levantado Thalía, parecido al que sacudió al país en 1985 con el grupo puertorriqueño Menudo, alcanzó su apogeo cuando la actriz llegó ayer a Manila para realizar una gira de nueve días, que incluirá dos conciertos y varias sesiones promocionales.
La artista, de 25 años de edad, se ha hecho famosa en el archipiélago con la emisión de la telenovela mexicana Marimar , iniciada el pasado mes de marzo en el canal estatal Radio Philippines Network (RPN), y hoy su nombre es conocido en todos los hogares del país.
El presidente filipino, Fidel Ramos, ha hecho un hueco en su agitado programa para poder recibir en el Palacio Presidencial a la estrella mexicana, acto reservado por lo general a altos dignatarios extranjeros, en su gira por Manila.
Los seguidores filipinos, que incluyen una gran variedad de edades y clases sociales, han llevado tanto a la serie como al disco a los primeros puestos de las listas de audiencia y ventas en un tiempo récord.
Hasta las revistas sensacionalistas de Manila sacan en sus páginas todo aquello relacionado con la artista mexicana, rumores acerca de su edad, su relación con el cantante español Julio Iglesias e incluso supuestas fotos tomadas de Playboy.
“Estaré más que feliz de poder verla en persona, besarla en la mejilla será algo grande para mí”, dijo la estudiante Hazel Gabito, de 18 años de edad, quien participa en un concurso para elegir la filipina más parecida a Thalía y donde la ganadora podrá conocer a la estrella en persona.